El paisaje de la carrera de escalada en Ligue 1 y Ligue 2 ha cambiado considerablemente con el paso a 18 clubes. Actualmente, se necesita un umbral de 66 a 70 puntos para garantizar la promoción directa, tendencia observada en Francia y Alemania. La temporada 2024-2025 en Ligue 2 ilustra esta realidad, con Lorient, Paris FC y Metz alcanzando 71, 69 y 65 puntos respectivamente para garantizar su ascenso. Este rendimiento es indicativo de una mayor densidad, donde cada contra-performance tiene consecuencias de largo alcance. Para el ASSE, relegado en mayo de 2025, el objetivo es claro: alcanzar al menos 66 puntos, incluso 68-70, para asegurar una subida directa. La misma tendencia es evidente en Ligue 1, donde 62 puntos fueron suficientes para que Mónaco y Brest calificaran. La comparación con la Bundesliga alemana, en 18 clubes durante muchos años, confirma esta necesidad de regularidad y alto rendimiento para asegurar una posición de élite.
Djyliian N Sin embargo, una lesión al ischio durante la preparación del verano desaceleró su impulso y cambió su lugar en la jerarquía ofensiva del equipo. Los primeros minutos profesionales de la temporada anterior se habían celebrado en adivina, confirmando la elección de la dirección de Stéphanois para apostar a la juventud. Su tiempo de preparación truncado debido a esta lesión permitió a sus competidores avanzar, incluyendo Joshua Duffuss, Lucas Staasnin y Augustine Boakye. Como consecuencia directa, N. Guessa es relegada a una cuarta o quinta opción en un sector ofensivo altamente competitivo.
Esta delicada situación es un reto importante para NGuessa. A pesar de su potencial, tendrá que mostrar paciencia y resiliencia para recuperar el crédito. Su calidad de dirección, su sentido del desplazamiento y su capacidad de provocar son activos valiosos, pero debe demostrar su eficacia en la reserva y aprovechar las oportunidades que surgen. La posible salida de Lucas Staasnin o Zuriko Davitashvili podría abrir perspectivas para él. El entrenador Eirik Horneland ya ha mostrado su voluntad de dar a los jóvenes una oportunidad, y podría integrar gradualmente NGuessa en el equipo. A los 17 años, la Adivisa todavía tiene todo el tiempo para convertir este duro golpe en un trampolín para su carrera, pero la competencia y la presión de los resultados requieren un rápido progreso.