El capitán del AS Monaco, Denis Zakaria, había despertado gran interés de los clubes saudíes, incluyendo Al-Ahli, hasta el punto de acercarse a un traslado. Esta situación creó una ola de shock dentro de la comunidad de partidarios monegascos, quienes expresaron su insatisfacción en línea y desafiaron activamente a la gestión del club. El anuncio de un posible acuerdo entre AS Monaco y Al-Ahli para la venta de Zakaria fue recibido con gran emoción, y el propio jugador habría sido sorprendido por este giro de eventos, rechazando varias ofertas consideradas atractivas.
Ante esta situación, el AS Monaco emitió un comunicado oficial confirmando la decisión de retener a Denis Zakaria hasta el final del mercato de verano. Esta decisión parece ser una respuesta directa a la presión ejercida por los partidarios y demuestra la voluntad de preservar a un jugador experimentado para mantener la competitividad del club, tanto en Ligue 1 como en la Champions League. Esto plantea preguntas sobre la gestión del club y su capacidad para satisfacer las expectativas de sus partidarios.
El caso Zakaria destaca la importancia de la unidad y movilización de los partidarios para defender la identidad y los valores de un club. También plantea preguntas sobre la lealtad y ética de la gestión, así como la necesidad de encontrar soluciones para los jugadores cuya salida es deseable. Esta situación, que ha hecho mucho ruido, sugiere importantes consecuencias para el futuro del AS Monaco.