El ASSE, bajo la dirección de Eirik Horneland, se ha establecido como uno de los equipos más dominantes de Europa, mostrando una posesión promedio de bolas de 66,4%. Esta actuación, que lo sitúa detrás del PSG y el FC Barcelona, da testimonio de una identidad de juego construida alrededor del dominio y proyección. Horneland ha impuesto claramente su intensa y ofensiva filosofía de fútbol, inspirada en el fútbol total de Guardiola y el tiki-taka de Barcelona, con una recuperación rápida y urgente. Su reclutamiento, en particular de jugadores con intensidad demostrada, ilustra este deseo de desarrollar un juego ambicioso y un equipo de referencia en términos de intensidad. A pesar de una difícil temporada pasada, el ASSE ha demostrado un cierto potencial, y su posición actual entre los mejores equipos europeos en posesión es el resultado de un trabajo constante y demandas rigurosas por parte del entrenador.
Durante la reciente victoria contra el Estadio Reims, Eirik Horneland destacó la dificultad del oponente y la importancia del espíritu de equipo y la organización de la Rémois. También se refirió a la gestión del tiempo de juego, haciendo hincapié en la necesidad de adaptar la fuerza de trabajo manteniendo un alto nivel de rendimiento. Horneland expresó su admiración por Haaland, considerándolo un jugador excepcional, especialmente por su contribución al equipo nacional noruego. También mencionó la importancia de mantener una concentración máxima para lograr resultados consistentes, incluso con posibles ausencias.
Más allá del campo, la victoria contra Reims fue marcada por fuertes mensajes de los partidarios del ASSE. Los grupos de partidarios expresaron solidaridad con grupos de partidarios del GF38, que fueron víctimas de búsquedas consideradas abusivas, y denunciaron la represión policial y la multipropiedad en el fútbol. Estos mensajes, llevados por los Ángeles Verdes y los Fans Mágicos, destacan el compromiso de los partidarios de defender la identidad e independencia de su club, y recuerdan que el Estadio Geoffroy-Guichard es un lugar de expresión donde los stands hacen oír sus voces.