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ASSE contra Brest: consistencia y control del juego en cuestión

El AS Saint-Étienne se presenta a la Stade Brestois este domingo en una situación crítica, donde la posibilidad de ver sus esperanzas de mantener desaparecer plana. Es probable que la presión ejercida por el público de Stéphanois sea palpable, y el entrenador Eirik Horneland celebró recientemente una conferencia de prensa para abordar las cuestiones de esta reunión crucial. Señaló que la mejora física, aunque siempre es un objetivo, es secundaria a la necesidad de una gestión más eficaz del tiempo de posesión y las transiciones de juego. El ejemplo del juego contra Lens, con una tasa de posesión de sólo 40%, ilustra la brecha que hay que llenar para alinear el juego de los Verdes con su estilo preferido, favoreciendo la ocupación densa del terreno y la reactividad inmediata en la fase contrapresora.

Según el entrenador, la clave del éxito radica en un mayor control de la posesión de la pelota, considerando que el perfil de los jugadores ASSE florece más en un juego basado en la rápida conservación y recuperación de la pelota. También destacó que la consistencia, no supuesta debilidad física, era el principal desafío. Aunque matizó la idea de una disminución sistemática en el segundo período, reconoció que la capacidad del equipo para mantener un alto nivel de juego en todo el juego era insuficiente. El entrenador señaló una reacción excesiva después de que se recogiera un objetivo, resultando en una pérdida de organización colectiva, una falta de disciplina y una mayor dificultad para invertir el curso de los encuentros.

Finalmente, Eirik Horneland insistió en que esta falta de coherencia, que se puede observar en todas las reuniones celebradas esta temporada, trasciende las estrategias implementadas. Afirmó su compromiso de permanecer fiel al proyecto de juego del equipo, reconociendo al mismo tiempo que la capacidad de mantener un nivel constante de rendimiento durante todo el tiempo regulatorio es la sine qua non para esperar un giro favorable. Por lo tanto, el reto es lograr la estabilidad y la disciplina colectivas que permitan al ASSE superar tiempos difíciles y luchar hasta el final.