La llegada de Roberto De Zerbi a la Olympique de Marsella para su segunda temporada está marcada por una profunda conexión y participación personal que siguen siendo el centro de las discusiones. Para entender el alcance de esta conexión, es crucial recordar una declaración apasionada que había hecho inicialmente, estableciendo los cimientos de su apego a la ciudad y al club. Estas declaraciones, hechas incluso antes de tomar la barra técnica, son ahora un verdadero manifiesto de su compromiso de Marsella.

Para De Zerbi, Marsella no era sólo una oportunidad profesional, sino una fascinación de fútbol desde el principio. Esta fascinación nació de admiración por la historia y la grandeza del club, así como una transmisión que lo marcó. Describe la ciudad como un complejo lugar de identidad, precisamente lo que la hace tan atractiva y generosa para aquellos que toman el tiempo para entenderla. Esta conexión personal está intrínsecamente vinculada a su visión de la profesión de entrenador.

De Zerbi ve el rendimiento deportivo como inseparable de un sentido de bienestar y pertenencia a un lugar. Esta filosofía, que establece como principio fundamental de su enfoque de coaching, confirma que no eligió Marsella por casualidad. Después de una primera temporada, esta conexión resultó ser su principal activo, y sin duda será esencial para el éxito de OM en el próximo año.