El domingo pasado, AS Saint-Étienne entregó un sorteo contra Stade Brestois 29 en el campo de Geoffroy Guichard, con una puntuación final de 3-3. Sin embargo, un incidente importante durante la reunión revivió un debate recurrente sobre la imparcialidad del órgano arbitral. Una decisión polémica, la de no acordar una pena tras una flagrante falta cometida en Irvin Cardona en el área de Brest en el minuto 87, despertó la indignación de los jugadores de Stéphanois y el público actual, lo que alimentó las frustraciones ya palpables dentro del club.

Esta decisión forma parte de una serie de incidentes arbitrales adversos que marcaron la temporada AS Saint-Étienne. Se han señalado decisiones consideradas erróneas, como la falta de cartón amarillo tras la suela de Machado en Mason, o la falta de sanción por el peligroso contacto de Ojediran con Wadji. Análogamente, una pena contenciosa otorgada en el partido contra Angers, así como una falta sin sanción de James en Bouchouri y el olvido de una multa clara sobre Stassin contra Rennes, contribuyó a la pérdida de puntos dañinos. La expulsión impugnada de Dylan Batubinsika durante el partido contra Lille, en ausencia de pruebas tangibles de contacto, también debilitó al equipo.

Las consecuencias de estas controvertidas decisiones de arbitraje pesan mucho en la temporada AS Saint-Étienne, poniendo en peligro la lucha por la retención en la Liga 1. El personal técnico y los jugadores expresan regularmente su insatisfacción y exigen mayor equidad en la aplicación de las normas. Consciente de las desventajas acumuladas, los estafanois tendrán que redoblar su ardor y determinación sobre el terreno para compensar estas injusticias y esperar un resultado favorable para el resto de la temporada.