Stade Rennais concedió un sorteo en su último partido amistoso contra Génova, a pesar de un comienzo alentador. Después de medio tiempo en el que Mousa Al-Tamari abrió la puntuación para Rennes gracias a una buena acción ofensiva que involucra a Kader Meïté, el equipo recuperó la confianza gracias a una meta de Djaoui Cisse al comienzo del segundo período. Este último, recién llegado a la preparación, anotó un poderoso golpe en la esquina, vibrando los 15,100 espectadores en el Parque Roazhon. Sin embargo, la concentración se debilitó en la segunda mitad, con un error individual de Mikayil Faye permitiendo a Malinovskyi reducir la brecha para el Génova.

El final del partido fue marcado por un genio golpe de Leo Ostigard, un jugador prestado a la Génova, que igualó en esquina en el tiempo extra. Esta acción provocó una reacción mixta de los fans de Rennes, que silbaron a su antiguo compañero de equipo, aunque demostró ser muy eficaz contra su antiguo equipo. A pesar de esta amistosa derrota, el equipo de Rennes mostró señales de progreso y se preparó para enfrentar la Olympique de Marsella en un contexto de frustración palpable.

Este amistoso partido permitió al entrenador probar diferentes combinaciones tácticas, especialmente temprano en la temporada con un sistema 5-3-2. También se observó la llegada de nuevos jugadores como Przemyśław Frankowski, con su primer partido en una tercera camiseta. En esta reunión se destacó la necesidad de que Rennes permanezca concentrado en todo el juego, evitando errores individuales que pueden ser costosos. El equipo tendrá que aprender las lecciones de esta derrota para enfrentar el partido contra Marsella con una mentalidad más fuerte y un rigor defensivo.