El clásico partido OM-PSG, programado inicialmente para el domingo por la noche en el estadio Velodrome, fue pospuesto hasta el lunes 8pm debido a las condiciones meteorológicas consideradas peligrosas por el Prefecto de la región Provenza-Alpes-Costa Azul. Esta decisión, tomada por Georges-François Leclerc, tenía por objeto garantizar la seguridad pública frente a un riesgo de tormentas y lluvias torrenciales, siendo el departamento de Bouches-du-Rhône puesto en vigilancia anaranjada por Météo France. Aunque esta medida fue considerada necesaria por las autoridades, no fue recibida entusiastamente por los jugadores de ambos clubes, que habría preferido mantener el juego el domingo. El informe tuvo consecuencias para París Saint-Germain, que se jugará al mismo tiempo que la ceremonia Ballon d’Or, y para Olympique de Marsella, cuyo calendario ya estaba ocupado con importantes plazos en el campeonato y en la Champions League.
Esta decisión de aplazamiento sigue un incidente con el defensor del Real Madrid Dani Carvajal, que había sido expulsado durante el partido de la Champions League contra la OM. Tras reconocer su error público, Carvajal se disculpó por su gesto de cabeza contra el guardia de Marsella Geronimo Rulli. El incidente revivió brevemente la esperanza de los partidarios de Marsella, pero no impidió que el Real Madrid ganara sobre el terreno. Rulli mismo relativizó el incidente, destacando que Carvajal entendía inmediatamente la seriedad de su gesto.
El aplazamiento del partido OM-PSG tiene importantes implicaciones para ambos clubes. Para OM, este reprogramación está en consonancia con sus expectativas, dada una agenda ya bien llena. Para el PSG, es menos favorable porque tiene lugar al mismo tiempo que la entrega del Ballon d’Or. El incidente de Carvajal, aunque lamentablemente, sigue siendo un momento significativo para la OM, ya que brevemente dio esperanza a los partidarios de Marsella. El jugador será suspendido para el próximo partido de Champions League, un duro golpe para el equipo de Madrid.