El partido de apertura de la temporada Ligue 1 entre Niza y Toulouse fue decepcionante, ofreciendo un espectáculo lejos de las expectativas para un primer día de verano en la Riviera Francesa. A pesar de la dominación inicial de los Aiglons, el partido se convirtió en una serie de disparos del campeonato francés: agresividad excesiva, defensas antiaéreas, ataques imprecisos y muchos fracasos. Acciones lamentables, como un control aleatorio del guardia Niçois Yehvann Diouf, contribuyeron a una atmósfera frustrante. Algunas aclaraciones, incluidas las penetraciones de las Cláusulas, Boudaoui y Bouannani, no fueron suficientes para corregir la situación, probablemente debido al comienzo de la temporada y las consecuencias de la preparación física consideradas demasiado intensas.
La segunda mitad vio una mejora del juego, con una intensificación de las acciones y un ligero ascendente de Toulouse. Ha habido muchas ocasiones en ambos lados, incluyendo un disparo no académico de Charlie Cresswell y una huelga de Badredine Bouannani, que casi trajo puntos a los Toulosais. A pesar de una cara conquistadora mostrada por los Niçois, su defensa se agrietó a 90+1’, en un objetivo de Djibril Sidibé, sellando la derrota. Este error de inatención costó tres puntos valiosos, a pesar de los esfuerzos realizados en el segundo período.
Las reacciones posteriores a la captura expresaron la decepción y el pesar del entrenador y los jugadores. Yehvann Diouf destacó la falta de eficiencia en ambas superficies y el deseo de rebotar después de este revés. Franck Haise lamentó la falta de energía, carreras y calidad técnica en el segundo período, reconociendo al mismo tiempo una mejora en la primera mitad. Subrayó la necesidad de hacer cada vez más, especialmente en términos de crear oportunidades y la disponibilidad de jugadores, a pesar de la dificultad que a veces crea oportunidades. El equipo ahora tendrá que centrarse en el próximo juego para corregir el disparo.
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