En una entrevista con la UEFA, Luis Enrique, entrenador de París Saint-Germain, mira los preparativos y emociones que precedieron la histórica victoria de su equipo en la final de la Champions League contra Inter Milan. Confió que antes de este triunfo sentía una verdadera preocupación, especialmente durante la semana anterior a la final de la Coupe de France y la final de la Champions League. El objetivo principal de sí mismo y su personal era gestionar la presión con calma y serenidad, para evitar la emoción y la adrenalina de abrumar a los jugadores. Subrayó que la energía excesiva podría ser contraproducente.
Consciente del riesgo de que la tensión pudiera inhibir a sus jugadores, Luis Enrique se encargó de enviarles un mensaje claro: la importancia de dar lo mejor de sí mismo sin tratar de superar los límites, porque tal partido puede bloquear. Insiste en la necesidad de dominar la emoción y transformar la tensión en motivación. Este enfoque mental, que considera crucial, permitió al equipo gestionar con éxito la presión y ofrecer un rendimiento excepcional.
El entrenador español sigue admirando la gestión emocional y el enfoque excepcional de todo el equipo durante esta final. Él señala que este juego especial, donde la tensión puede ser muy fuerte, ha sido manejado sensacionalmente por los jugadores. Más allá de la victoria, este éxito demuestra la importancia de la preparación mental, que es tan esencial como el talento para alcanzar la cumbre. El MTP no sólo ganó un título, sino que también marcó una página importante en su historia.
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