El AS Saint-Étienne está actualmente en una posición difícil dentro de la lucha por clasificar lugares para relegar presas, con una brecha creciente con sus competidores directos. El encuentro inminente contra la Stade Brestois, ambicioso en términos de una posible calificación europea, es por lo tanto crucial para los Verdes, una victoria ahora imperativa. El contexto es más tenso como la derrota de Reims en Lens, junto con el desempeño insatisfactorio de los Sangs y Gold contra el ASSE la semana pasada, da a los Remois una ventaja de seis puntos.
El equipo de Eirik Horneland enfrenta varios desafíos relacionados con la aptitud de sus jugadores. Varios elementos son inciertos debido a las lesiones recientes y los moretones sufridos durante el partido Lens, incluyendo Pierre Cornud, Florian Tardieu, Pierre Ekwah y Léo Pérot. Aunque Augustine Boakye fue un paquete para el resto de la temporada, el personal técnico convocó el mismo grupo que la semana anterior, permitiendo ajustes tácticos para compensar las ausencias y optimizar la composición del equipo. Los cambios se planifican a nivel lateral, con Dennis Appiah reemplazando a Léo Pérot, y Yvann Mason evolucionando a la izquierda.
La probable composición del ASSE revela un deseo de estabilidad en el sector defensivo, con Gautier Larsonneur confirmado en los objetivos y Maxime Bernauer y Mickaël Nadé alineados en la defensa central. En medio del campo, Pierre Ekwah debe mantener su lugar a pesar de la sensación de dolor, mientras que Aïmen Moueffek podría reemplazar a Florian Tardieu. El ataque, que no tuvo éxito en el último juego, tendrá que ser más eficaz, con Irvin Cardona, con la posibilidad de redimirse contra su antiguo club, y Lucas Stassin en punto. El equipo tendrá que encontrar la solución para revivir su sector ofensivo y cerrar la brecha con sus competidores.