La derrota reciente resultó ser particularmente amarga, apagando las esperanzas de un final glorioso de la temporada y confirmando una tendencia preocupante en la que los aspectos negativos tuvieron precedencia sobre puntos positivos. A pesar de algunos momentos alentadores, como el prometedor comienzo del juego por los jugadores de Lens, la hermosa participación de Florian Sotoca en el segundo período y las asegurados re-lanzamientos de Mathew Ryan, el rendimiento general deja que ser deseado. La entrada de Tom Pouilly en el juego inculcó cierta frescura y la contribución de Malang Sarr fue notable, pero estos elementos no fueron suficientes para enmascarar los numerosos errores técnicos y la falta de cohesión mostrada por el equipo, dificultando la capacidad de Facundo Medina para distribuir el juego con eficacia y evitando que el equipo realizara las oportunidades de objetivos.
El juego también estuvo marcado por acontecimientos desafortunados, incluyendo la liberación temprana de lesiones de Deiver Machado, figura clave en el partido anterior, y el impacto negativo del cambio organizativo posterior, dando lugar a una disminución significativa de la dieta. La ausencia de Juma Bah, forzada debido al protocolo de conmoción, terminó la serie de hojas limpias y dio lugar a una decepción contra los jugadores de Reims. Además, el equipo demostró cierta fragilidad cuando se privó de un émbolo, señalando una dependencia táctica perjudicial, mientras que los guardias opuestos parecían una vez más disfrutar brillando en el estadio Bollaert. La entrada de Wesley Saïdi y M’Bala Nzola no tuvo el impacto esperado, y la nueva tarjeta amarilla de Facundo Medina plantea la amenaza de una suspensión inminente.
Por último, el análisis posterior a la captura revela puntos cruciales de reflexión sobre el potencial de Kyllian Antonio, quien, aunque muestra el potencial real como defensa, no parece adecuado para la estación del pistón. Andy Diouf confirmó su nivel habitual de juego, y la falta de disponibilidad de Juma Bah para el próximo partido en Brest, debido al protocolo de conmoción, es un impedimento adicional. Por lo tanto, la actuación del equipo requiere un reexamen y reevaluación de tácticas para corregir la situación y recuperar un juego más equilibrado y eficaz.