Después de una reciente relegada a Ligue 2, ASSE comenzó una vasta operación de reconstrucción, con un enfoque particular en el sector del portero, sorprendentemente estable. La administración actuó rápidamente en el mercado de transferencias para asegurar un rápido retorno a Ligue 1 en la temporada 2025-2026. Se proporcionaron refuerzos, entre ellos Chico Lamba y Mahmoud Jaber para fortalecer la defensa y el entorno de campo, mientras que Irvin Cardona y Maxime Bernauer vieron que sus préstamos se convirtieron en transferencias permanentes. Varios jugadores abandonaron el club, entre ellos Ibrahim Sissoko, Pierre Cornud y Yunis Abdelhamid, como parte de la reestructuración. A pesar de estos movimientos significativos, el puesto de guardia parece haber sido preservado.
La posición del portero en ASSE ahora parece bloqueada, con Gautier Larsonneur afirmando su voluntad de permanecer y cumplir con el desafío de la relegación. Se considera un líder en defensa y una pieza central del dispositivo. Brice Maubleu, experimentado y profesional, le ofrece un revestimiento de lujo. Sin embargo, la llegada de jóvenes guardias, Issiaka Touré y Noa Delacrroix, introduce una dinámica interesante. Aunque Touré fue originalmente destinado a ser el tercer portero, fue Delacrroix quien fue privilegiado en un juego de preparación, sugiriendo un posible cambio de estrategia.
El futuro de Noa Delacrroix, un joven guardián prometedor, es particularmente supervisado. Su integración en el grupo ocupacional, incluso como tercer hombre, podría ser un signo de confianza por parte del personal y un paso hacia una prórroga del contrato. Aunque la jerarquía de guardias aún no está congelada y los acontecimientos imprevistos pueden cambiar la situación, el ASSE parece decidido a construir un grupo fuerte y ambicioso, donde la gestión de goles juega un papel clave. Delacrroix puede convertirse en un jugador clave para los fans de Stéphanois en los próximos meses.
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