El partido de fútbol entre Roazhon Park y Lyon fue marcado por una actuación desigual de Rennes, a pesar de un espectacular final del partido. El equipo de Breton concedió el primer objetivo en la primera mitad del año, contra el dominio técnico y la eficiencia de Lyon. La elección táctica inicial de Habib Beye, con un 3-5-2, resultó confusa, dejando una falta de conexión en ataque y una creación de mazmorras. La ausencia de un precentro y la dominación de Lyon hizo difícil para Rennes encontrar soluciones ofensivas. El rendimiento excepcional del portero Brice Samba, con varios ahorros decisivos, permitió a Rennes permanecer en el juego a pesar de las dificultades.
El descanso vio un ajuste táctico por parte del entrenador Rennes, con cambios de jugador para fortalecer la defensa y traer la frescura en ataque. Sin embargo, Lyon siguió planteando problemas, con oportunidades francas que Samba detuvo. La mitad del tiempo también estuvo marcada por lesiones que forzaron reemplazos adicionales, afectando la composición del equipo. A pesar de esto, Rennes fue capaz de rebotar en la segunda mitad, con Kader Meïté y Seko Fofana iniciando el juego.
El final del partido fue explosivo, con una revuelta Rennes y un Lyon desorganizado. Kader Meïté fue particularmente exitoso, marcando dos objetivos y recibiendo una tarjeta roja para un jugador de Lyon, que le dio a Rennes una ventaja táctica. Musa Al-Tamari también contribuyó a la victoria entregando un paso decisivo para la tercera meta. Esta victoria, alcanzada después de un período difícil y contra un equipo de Lyon capaz de competir con equipos más prestigiosos, es un signo positivo para la próxima temporada. Sin embargo, plantea la cuestión de la capacidad de Rennes de mantener este nivel de rendimiento contra equipos menos calificados. El próximo juego, un derby contra Nantes, será una oportunidad para confirmar esta dinámica.