El análisis del partido entre Olympique Lyonnais y AJ Auxerre revela un rendimiento contrastante de los jugadores, aunque generalmente positivo para el equipo. El custodio Lucas Perri publicó un seguro tranquilizador contra las ofensivas opuestas, evitando un error costoso, mientras que Saël Kumbedi se distinguió por su compromiso y creciente conexión con Rayan Cherki. Duje Caleta-Car demostró su fiabilidad a pesar de un tiempo de juego limitado, y Nemanja Matic, visiblemente motivado por su reciente viaje, dio un notable rendimiento. Corentin Tolisso se afirmó como un elemento clave en el campo, orquestando el juego con precisión, mientras Georges Mikautadze brillaba por sus cualidades técnicas y su sentido de colectivo.
A pesar de este impulso positivo, algunos jugadores no han satisfecho expectativas. Moussa Niakhaté luchó por destacar en ausencia de su compañero habitual, Abner apareció discreto, y Thiago Almada, a pesar de su voluntad, rara vez fue decisivo, incluso estando involucrado en un objetivo adverso. Alexandre Lacazette dio una actuación decepcionante, sólo faltaba en sus pases, duelos y golpes, y su meta tardía no borraba sus muchos errores. Rayan Cherki, a pesar del desempeño excepcional, fue ahogado por las decisiones tácticas del entrenador.
Finalmente, el entrenador Jorge Maciel, apoyado por Paulo Fonseca, orquesta un encuentro prometedor, marcado por un espectacular juego y una maestría general del campo. Sin embargo, el retraso de los reemplazos y el mantenimiento de los dos atacantes sobre el terreno durante toda la reunión fueron opciones cuestionables. Sin embargo, el colectivo en su conjunto presentó una de las actuaciones más exitosas de la temporada, destacando el potencial de Olympique Lyonnais.