Paris Saint-Germain (PSG) se prepara para la temporada 2025-2026 con un nuevo recluta y una estrategia defensiva reforzada. El equipo enfrentará el Tottenham Hotspur en el Supercup europeo este miércoles, un juego que ya no incluirá una extensión sino una sesión de tiro. Para esta reunión, el PSG se beneficiará de la llegada de nuevos reclutas, entre ellos Lucas Chevalier e Illia Zabarnyi, cuyo tiempo de juego será limitado a 90 minutos. La llegada de Zabarnyi, un defensor central ucraniano firmado en Bournemouth por más de 60 millones de euros, forma parte de una política de rejuvenecimiento de la defensa parisina, con el objetivo de preparar la sucesión de Marquinhos. El reclutamiento de Chevalier, un portero de 23 años, es también una medida para competir con el actual titular, Gianluigi Donnarumma.

La gestión del caso Donnarumma ha dado lugar a una intensa controversia en los medios italianos. A pesar de su papel crucial en la victoria de la Champions League, el club parisino no desea retenerla. Esta decisión es vista como una traición por el jugador y su séquito, que subraya su importante contribución al éxito del club. La llegada de Chevalier, aunque justificada por la necesidad de renovación, fue recibida con sorpresa por los partidarios y la prensa. Esto plantea preguntas sobre la política de reclutamiento del MTP y su capacidad de retener a sus actores clave.

La llegada de Illia Zabarnyi se presenta como una inversión importante para el PSG, con el objetivo de fortalecer su sector defensivo con un talentoso y experimentado jugador. El club, liderado por Luis Enrique, está aprovechando el potencial de Zabarnyi para desarrollar un amplio defensor central, capaz de adaptarse al estilo de juego parisino y contribuir a la construcción de un equipo competitivo. Este recluta forma parte de una estrategia global de rejuvenecimiento y renovación de la fuerza de trabajo, confirmando la voluntad del PSG de seguir siendo un jugador importante en la escena europea y conservar sus títulos.