El Club Olímpico de Deporte de Lille (LOSC) está a punto de entrar en la fase final de la temporada con una ambición establecida: la conquista de un lugar en el podio Ligue 1. Una intensa e incierta lucha entre el club nórdico y varios equipos, en una feroz competencia donde cada partido es de suma importancia. El éxito de esta empresa dependerá no sólo de la actuación de los jugadores y de la experiencia de la supervisión técnica, sino también del apoyo inquebrantable del fervor Lille, que tendrá la oportunidad de demostrar su compromiso con el club en los últimos tres partidos en casa.
El apoyo de los partidarios fue reflejado esta temporada por una afluencia récord en los stands de la Decathlon Arena – Stade Pierre Mauroy. El juego contra RC Lens grabó un impresionante 48.197 espectadores, estableciendo el nuevo registro de asistencia de Ligue 1. Esta dinámica positiva es el resultado de una calambre generalizada, con un promedio de 41.520 espectadores por encuentro en casa después de catorce partidos, una cifra que podría ser parte de la historia del club si la tendencia continúa durante los próximos enfrentamientos contra AJ Auxerre, Olympique de Marsella y Stade de Reims.
Más allá del simple deseo de ver al LOSC llegar al podio, las festividades vinculadas al Derby del Norte y la celebración del 80 aniversario del club contra Stade Rennais ayudaron a crear un ambiente excepcional. Por el contrario, el partido de apertura de la temporada, marcado por una afluencia más modesta, contrasta con el entusiasmo actual por una verdadera comunión entre el club y sus partidarios.