La llegada del verano de Lucas Stassin, reclutada del KVC Westerloo para la suma récord de diez millones de euros, encontró inicialmente algunas dificultades de integración dentro del AS Saint-Étienne. El joven atacante, a pesar de la fuerte inversión del club en su adquisición, tomó tiempo para adaptarse al ritmo y las exigencias de la Liga 1. Aunque participa activamente en el juego al entregar un pase decisivo desde octubre, tomó hasta diciembre que anotó su primer objetivo contra Toulouse, marcando así el comienzo de una notable progresión y un gradual fomento de la confianza.
Desde esta primera realización, Lucas Stassin ha demostrado un potencial innegable, mostrando una regularidad impresionante y contribuyendo significativamente al ataque de Stéphanois. Con nueve goles ya marcados en 2025, se distinguió como uno de los mejores goleadores de menos de veinte en Europa. Su impacto en el juego y su capacidad para realizar las oportunidades resultaron ser esenciales para los Verdes, confirmando así la idoneidad de la elección hecha por la administración oriental.
El gol marcó contra Brest no sólo permitió a Stassin llegar a la marca de diez goles de esta temporada, haciéndole el jugador más joven de AS Saint-Étienne para lograr tal actuación en el siglo XXI, pero también simboliza la conclusión de una apuesta audaz con su padre. Este último le había prometido un reloj en el caso del logro de este objetivo, una recompensa que da testimonio de la ambición y determinación del joven belga, cuyo viaje recuerda el de un cierto Ousmane Dembélé, otra figura prominente de la Liga 1 en 2025.