El LOSC experimentó un cambio de vida en Toulouse, imponiéndose en la puntuación de 1-2 después de un partido difícil. Los jugadores, que demostraron cierta fragilidad durante sus encuentros al aire libre, regresaron a los violetas de Carles Martinez Novel, ganando la victoria gracias a acciones notables y la actuación decisiva de Lucas Chevalier, que multiplicaron las paradas decisivas. Esta victoria alivia las mentes y permite al club recuperar cierta confianza después de una serie de resultados mixtos lejos de sus propias instalaciones.

Sin embargo, esta victoria se logró con sanciones disciplinarias. El árbitro de la reunión, Jérôme Brisard, tuvo que mostrar firmeza, sancionando a Alexsandro y a Ethan Mbappé, este último entró en juego poco antes de recibir su advertencia. Esta situación es aún más difícil ya que Ethan Mbappé, ya suspendido para el Derby del Norte, ahora tendrá que actuar con cautela para evitar una nueva suspensión, la regulación que prevé una suspensión automática después de obtener la tercera tarjeta amarilla en diez reuniones, efectiva desde el martes después del paso a la comisión disciplinaria.

Por último, cabe señalar que los jugadores de LOSC tienen que estar vigilantes, porque el sistema de gestión de tableros es claro: un tablero persiste para diez partidos antes de desaparecer, permitiendo que algunos jugadores, como Hakon Haraldsson, vean su amenaza de decoloración de la suspensión, mientras que otros deben controlar su ardor para evitar las consecuencias de una suspensión.