El AS Saint-Étienne atraviesa una crisis defensiva sin precedentes en la historia reciente de la Liga 1. Después de 29 días de competición, el equipo concedió sesenta y siete objetivos, colocando su récord entre los más bajos en las últimas 45 temporadas. Esta actuación alarmante, que representa un promedio de 2,31 goles concedidos por juego, es lamentablemente segundo en las peores defensas, por delante sólo de los Girondins de Bordeaux en la temporada 2021/22, que había concedido setenta goles en esta etapa de la competencia. Este triste récord, que había dado lugar a la relegación de Burdeos a Ligue 2, ahora parece amenazar el futuro de AS Saint-Étienne.
Las debilidades defensivas eran evidentes en el sorteo 3-3 contra Stade Brestois, donde los errores de inversión, concentración y cobertura eran particularmente costosos. A pesar de algunas promesas del sector ofensivo, las deficiencias estructurales en la defensa siguen socavando los esfuerzos de todo el equipo. El reclutamiento de invierno no revertía esta tendencia, y los ajustes tácticos implementados por el entrenador Olivier Dall’Oglio lucharon para dar fruto, revelando una animación defensiva desequilibrada y una incapacidad para contener transiciones adversas.
Con cinco días restantes, es muy probable que la AS Saint-Étienne esté en camino a los ochenta objetivos, incluso acercándose peligrosamente al total de noventa y un objetivos concedidos por los Girondins de Bordeaux en la temporada 2021/22. Tal balance colocaría el club Stéphanois en los anales más oscuros de Ligue 1 y podría sellar su destino, incluso en caso de igualdad de puntos con sus competidores directos. La diferencia de metas, por lo tanto, será un factor decisivo en la lucha por el mantenimiento, y una reorganización inmediata y consolidación de las filas, desde el próximo partido crucial contra Olympique Lyonnais, son necesarias para evitar un descenso histórico y lamentable.