El derby entre Rennes y Nantes, aunque tradicionalmente un juego a ganar por el juego, resultó en un frustrante partido para los Rennais. El equipo de Breton carecía de un poco de mordedura y la capacidad de realizar sus oportunidades, a pesar de un prometedor comienzo del partido donde tomó una ventaja de dos pasos gracias a acciones individuales de Ludovic Blas y Esteban Lepaul. Sin embargo, el segundo período reveló una falta de plan de juego y dinamismo, con la defensa debilitada por lesiones e incapacidad para mantener la posesión. Coach Habib También se cuestionaron las opciones tácticas de Beye, incluyendo una falta de impacto de reemplazo y tácticas demasiado defensivas.
Nantes, aunque menos eficiente en el ataque, pudo aprovechar el régimen declinado de los Rennes para volver a la partitura. Un golpe en la superficie permitió a Junior Mwanga equipararse, y una mano de Hans Hateboeer, no batido por el árbitro, sugirió una esperanza de victoria para Nantes. El portero Nantes Brice Samba hizo ahorros decisivos en la penalización, sellando el sorteo. El rendimiento de Rennes en el segundo período fue particularmente decepcionante, dejando una falta de concentración y determinación para prevalecer.
El resultado, un sorteo, se ve como una consecuencia lógica de la falta de calidad de Rennes, especialmente contra equipos en dificultad. Habib Beye reconoció que su equipo carecía de concentración y cualidades en el segundo período, y que el resultado se merecía. Este sorteo deja a Rennes con una puntuación media, sólo ocho puntos tomados contra tres equipos en la parte inferior de la clasificación, y plantea preocupaciones acerca de su capacidad para calificar para una calificación europea. El próximo juego contra Lens será una oportunidad crucial para corregir la situación y recuperar esta actuación decepcionante.
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