L’Olympique de Marsella se enfrenta a una crisis importante con la inminente salida de Adrien Rabiot, un centrocampista internacional francés que llegó del Juventus en septiembre de 2024. Esta decisión, anunciada después de un violento altercado en el vestuario con su compañero de equipo Emile Rowe, suscitaba considerable controversia. Inicialmente, la madre de Rabiot se refirió a una “falta de inversión” en el club, pero esta versión es fuertemente negada por la dirección de Marsella, que insiste en la violencia del incidente ocurrido después del partido contra Stade Rennais FC. El club justificó oficialmente esta sanción por “comportamiento inadmisible” de acuerdo con su código de conducta interno, una decisión que sorprendió y desilusionó a los compañeros de equipo y algunos de los partidarios.
La situación es más compleja ya que el incidente puso de relieve tensiones internas dentro del equipo. El entrenador Roberto De Zerbis, particularmente conmocionado por la escena y el sentimiento traicionado por Rabiot, y sus compañeros de equipo, mostraron incredulidad ante esta salida forzada. El abogado de Rabiot criticó fuertemente las explicaciones del club, sugiriendo que el futuro del jugador sigue siendo incierto y que la pelota está ahora en el campo de gestión. Este incumplimiento de confianza, combinado con el apoyo mostrado por sus familiares, puede empeorar la situación y ocupar los últimos días del mercato.
Este fracaso es particularmente amargo para la OM, que había iniciado la pretemporada con un renovado optimismo, con un éxito mercato y resultados alentadores durante las amistades. La derrota contra Rennes, incluso con un hombre menos, revivió dudas y tensiones, y el incidente con Rabiot y Rowe parece ser la gota de agua que hace que el jarrón se desborde. La prioridad del club ahora es gestionar esta crisis con transparencia y enfoque en el terreno, consolidando el equipo y cumpliendo las expectativas de los fans en el próximo partido contra el Paris FC. La esperanza es que esta situación no estropeará una temporada que había comenzado bien.
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