La Olympique de Marsella está pasando por un período delicado, ilustrado por otra fuerte derrota contra Mónaco (3-0) que compromete seriamente sus posibilidades de calificar para la Champions League. Esta contraperformidad forma parte de una serie de contratiempos, el equipo que ha sufrido cinco derrotas en siete partidos, permitiendo a Mónaco tomar el segundo lugar en la clasificación. La observación es clara: el rendimiento actual de OM plantea serias preocupaciones sobre su capacidad para alcanzar sus objetivos europeos.
Después del partido, el entrenador de OM Roberto De Zerbi expresó su desacuerdo con el resultado, creyendo que su equipo había demostrado un mejor juego que Mónaco, especialmente en la primera mitad. A pesar de la decepción, mantuvo la confianza en la posibilidad de que la OM calificara, destacando que los otros equipos de la competencia también se enfrentaban a enfrentamientos directos y que la determinación sería el factor decisivo. Insiste en que los jugadores de OM están completamente comprometidos en esta carrera.
A pesar de la gravedad de la puntuación final, Roberto De Zerbi sigue convencido de que OM habría merecido un resultado más favorable, basado en la calidad de su juego en la primera mitad. Admite que Mónaco logró el partido en el segundo período, pero se niega a renunciar a la esperanza de calificar en la Champions League, diciendo que el equipo permanece en la carrera y decidido a luchar para alcanzar su objetivo.