Tras la derrota de Reims, el RC Lens se encuentra en una situación precaria en la carrera por los escaños europeos. El resultado mixto de los otros equipos, en particular la posibilidad de que Toulouse consolide su ventaja al día siguiente, aumenta la distancia entre la Sangre y el Oro y las primeras posiciones. Este contra-performance puede relegarlos a octavo lugar o incluso más bajo, con una brecha de ocho puntos en séptimo lugar, comprometiendo así las ambiciones mostradas por la dirección y los jugadores al comienzo de la temporada.

La derrota, a pesar de la dominación estadística innegable, es evidencia de una incapacidad para realizar oportunidades y subraya una falta crucial de eficacia. Will Still incluso ha planchado la posibilidad de un equipo capaz de jugar durante diez años sin anotar, lo que ilustra la frustración palpable dentro del club. Los próximos juegos, en Brest, contra Auxerre y Toulouse, que podrían haber parecido asequibles en otras circunstancias, ahora parecen ser eventos particularmente difíciles, exacerbando las preocupaciones sobre el final de la temporada.

Ante esta situación, parece que RC Lens tendrá que reconsiderar sus objetivos y establecer un lugar menos prestigioso, probablemente entre los lugares décimo y undécimo. Will Still podría considerar la integración de los jóvenes jugadores en el equipo con el fin de proporcionarles una experiencia valiosa y prepararse para el futuro, sugiriendo un posible fin de la temporada sin la intensidad y la participación que pudo haber experimentado.