La reciente confrontación entre Olympique Lyonnais y Manchester United en la Europa League fue precedida y marcada por una polémica que involucra al portero camerunés André Onana. Incluso antes del comienzo del juego de ida y vuelta, había expresado públicamente dudas sobre el nivel del equipo de Lyon, descifrando una línea de andamiaje desde el centrocampista de los Gones, Nemanja Matić, que le llamó “el peor guardián de la historia de los Diablos Rojos”. Esta alteración verbal creó una tensión palpable, amplificada por los silbidos alimentados por el público de Lyon durante todo el encuentro, y culminó con errores directos del tutor, habiendo llevado a los objetivos de Olympique Lyonnais.
Tras este decepcionante rendimiento y posteriores críticas amargas, André Onana fue dejado en el banquillo en el juego de campeonato contra Newcastle, una decisión que resultó costosa, con Manchester United tomando cuatro objetivos. Sin embargo, contra el enfoque del partido de regreso de Europa League, el entrenador Rúben Amorim decidió confirmar la tenencia del portero camerunés. El entrenador portugués, basado en su experiencia como entrenador y jugador, destacó la necesidad de una cuidadosa gestión física y mental de los jugadores en un contexto tan tenso, diciendo que Oanan estaba listo para asumir el desafío.
En previsión de esta reunión crucial, el público de Lyon tendrá que medirse una vez más contra la presencia de André Oanan, cuya actuación será examinada con especial atención. Rúben Amorim expresó su confianza en las habilidades de la guardia, recordando que ya había demostrado su valor durante su visita a Inter Milan. El entrenador señaló que el éxito del equipo se basó en decisiones sólidas y aseguró que Oanan había recibido una semana de descanso para prepararse mental y físicamente para este crucial plazo.