El regreso de Olympique de Marsella a Ligue 1 fue marcado por un intenso partido contra Stade Rennais, dando lugar a una fuerte emoción en el Parque Roazhon. A pesar de la falta de refuerzos ofensivos y la posible salida de Arnaud Kalimuendo, el entrenador Habib Beye confió el ataque al dúo Al-Tamari-Meïté. La defensa Rennes, reforzada por la llegada sorpresa de Abdelhamid Aït Boudlal, sin embargo, tuvo un momento difícil con la expulsión prematura. A pesar de la posesión de una gran pelota para Marsella (73% en el descanso), el ataque de Lyon tuvo dolor de romper la defensa Rennes, resistente y bien organizado. La puntuación para la primera mitad es 0-0, con oportunidades perdidas en ambos lados, incluyendo cantidades para ambos equipos.
La segunda mitad vio una intensificación del juego, con Rennes tratando de explotar contraataques. A pesar de la dominación de los duels y los intentos de Marsella a través de los lados, la defensa Rennes logró contener los ataques opuestos. Coach Habib Beye optó por un cambio táctico lanzando tres jugadores ofensivos en el minuto 85: Ibrahim Salah, Mahamadou Nagida y Ludovic Blas. Ludovic Blas marcó un objetivo decisivo en el tiempo adicional (90+1’), sellando la victoria de Rennes (1-0). Esta primera victoria del campeonato es particularmente significativa dadas las dificultades pasadas de Rennes con los equipos Top 5.
Esta victoria es un símbolo fuerte para Stade Rennais, que logró igualar su número de puntos contra los 5 mejores equipos de la temporada anterior. A pesar de las persistentes incertidumbres sobre mercato y los posibles cambios en el personal, esta victoria refuerza la confianza del equipo y la posición de Rennes como un jugador clave para una temporada exitosa. El siguiente juego, un derby contra Lorient, promete ser un desafío adicional para el “Red y Negro”. Por lo tanto, esta victoria es vista como un éxito simbólico, tanto por el escenario del partido como por la adversidad superada.