Paris Saint-Germain ganó su primer partido de Ligue 1 contra FC Nantes (0-1), un éxito que no debe ocultar los desafíos por delante. El entrenador Luis Enrique destacó su satisfacción con el trabajo de sus jugadores, destacando la importancia de volver al “sentimiento” con la pelota después de una preparación de verano limitada. También destacó la naturaleza inicialmente difícil del juego y la necesidad de que el equipo avance individual y colectivamente, mientras que maneja los esfuerzos después de un verano ocupado. La composición original, con la integración de nuevos jugadores como Illya Zabarnyi y Lucas Chevalier, demuestra un deseo de renovación y apertura.

La victoria fue posible gracias a una huelga de Vitinha en 67 minutos, después de un juego globalmente controlado pero sin fluidez y ritmo. A pesar de la palpable falta de preparación física, el equipo pudo confiar en su voluntad y ambición de conseguir los tres puntos. La oportunidad se dio a muchos jóvenes y recién llegados para mostrarse, con actuaciones alentadoras como la de Illya Zabarnyi en defensa. La falta de rendimiento y el carácter “minimalista” del éxito se atribuyen al corto período de preparación y a los muchos cambios realizados por el entrenador.

Más allá del resultado, el partido recordó un momento histórico del PSG en 2004, con una acción de Gonçalo Ramos evocando el inolvidable objetivo de Paulleta contra Fabian Barthez. Esta victoria, aunque sin gran elegancia, es importante para lanzar la temporada en Ligue 1 y da una primera visión del potencial del equipo. Los próximos juegos permitirán al equipo recuperar físicamente y recuperar un nivel de juego más constante, con la integración gradual de los ejecutivos en el segundo período.