El LOSC tropezó con dificultades para asegurar al joven portero holandés Robin Roefs, objetivo prioritario para fortalecer su fuerza ante la inminente salida de Lucas Chevalier. NEC Nijmegen reclama una suma de 12 millones de euros para Roefs, un valor considerado excesivo por el LOSC que no querría exceder de 8 millones de euros. A pesar de las cualidades reconocidas del jugador, incluyendo sus 10 hojas limpias durante la última temporada en Eredivisie, la dirección sigue en posición y se niega a ceder a la presión del club de ventas. Esta actitud forma parte de una prudente política de contratación centrada en la búsqueda de buenos negocios, centrándose en la estabilidad financiera y salarial del club.
Al mismo tiempo, el Paris FC sufrió un revés al no reclutar a Benjamin André, el icónico capitán de LOSC, que extendió su contrato hasta 2028. A pesar de una gran capacidad financiera gracias al apoyo de la familia Aarnault y del grupo Red Bull, el club parisino había hecho de la antigua Lille una pieza central de su proyecto para Ligue 1. Sin embargo, el Paris FC ahora se convierte en otro jugador de LOSC, Mohamed Bayo, que se considera un “precio indeseable” en la fuerza de Bruno Genesio.
Mohamed Bayo, un poderoso atacante internacional de Guinea, está actualmente en la lista de transferencias de LOSC tras un préstamo mixto al Royal Antwerp. A pesar de ello, mantiene una fuerte cuota de mercado en el mercado de transferencias, atrayendo el interés de cuatro reconocidos clubes europeos. Esta situación ilustra la estrategia de LOSC de no apresurarse y no ceder a la presión de los clubes que desean apoderarse de sus jugadores, prefiriendo esperar una oferta que cumple con sus criterios financieros y deportivos. El futuro de Robin Roefs y Mohamed Bayo sigue siendo incierto, dependiendo de la evolución de las negociaciones y del interés de los clubes interesados.
.