La Olympique de Marsella se acerca al mercato de verano con mayor cautela, a pesar de una situación financiera más fuerte que sus competidores en Ligue 1. Este enfoque es una consecuencia directa del compromiso de Frank McCourt con una gestión financiera más rigurosa después de una costosa temporada 2024-2025. La dirección del club, representada por Pablo Longoria y Medhi Benatia, se ve obligada a centrarse en las ventas antes de considerar nuevas llegadas, una estrategia imperiosa para generar recursos financieros y satisfacer las expectativas del nuevo entrenador, Roberto De Zerbi.
Es probable que esta estrategia preventa lleve a varias salidas dentro del equipo. Los jugadores clave como Amine Harit, Azzine Ounahi y Valentin Rongier están potencialmente involucrados. Rongier, en particular, cuya oferta de extensión ha sido rechazada, se considera un elemento valioso para revivir las finanzas del club. El objetivo interno es acelerar estas inmersiones para liberar rápidamente los fondos necesarios para aumentar la fuerza de trabajo, de acuerdo con las necesidades identificadas por De Zerbi.
Esta nueva orientación del club refleja el deseo de construir un proyecto más sostenible, manteniendo al mismo tiempo una ambición deportiva. Aunque OM es económicamente más resistente que muchos otros clubes de Ligue 1, no puede escapar de las restricciones de mercato. Por lo tanto, el dúo Longoria-Benatia tendrá que navegar cuidadosamente entre los requisitos financieros y los altos requisitos deportivos, con la esperanza de construir un equipo competitivo sin comprometer la salud financiera del club. Las próximas semanas serán cruciales para determinar la capacidad de la OM para reconciliar estos dos aspectos.
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