El partido de preparación contra Carouge dejó una impresión positiva general para ASSE, con una defensa sólida y un mediocampista inspirado. La victoria 3-1 fue posible por los objetivos de Ben Old, Lamine Fomba y Zuriko Davitashvili, demostrando un rendimiento convincente por parte del equipo. Maxime Bernauer se distinguió como un pilar defensivo, asegurando la solidez del bloque, mientras que Florian Tardieu orquestó el juego con su calidad de paso y energía. Maedine Makhloufi, reemplazando a Lassana Traoré, brillada por su dominio del pasillo, su precisión de pie izquierdo y su inteligencia de juego, mereciendo ser alentado y seguido.
Sin embargo, esta victoria se ve alterada por importantes preocupaciones. El equipo sufrió una emergencia médica con Djyliian Nguessan, atacante U17, que sufre una molestia de muslo, comprometiendo su preparación de verano. Lassana Traoré, el nuevo recluta senegalés, tuvo dificultades y cometió un error defensivo, destacando la necesidad de tiempo para adaptarse al ritmo y rigor del fútbol europeo. Además, el partido puso de relieve una falta de profundidad en la izquierda, haciendo necesario contratar prioridad a esta posición.
En conclusión, ASSE está construyendo una base sólida para la próxima temporada, con una defensa bien establecida, un entorno creativo y un potencial ofensivo prometedor. Sin embargo, la lesión de Nguessan, las dudas sobre Traoré y la necesidad de una retaguardia izquierda nos recuerdan que el trabajo queda por hacer. Este partido tiene por lo menos el mérito de fijar expectativas, destacando la necesidad de progresar mientras llena las debilidades. La preparación está en marcha, y este progreso tendrá que ser confirmado en los próximos juegos.
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