El fin de semana resultó ser particularmente difícil para los fans de Manchester United, contrastando fuertemente con el rendimiento convincente de Olympique Lyonnais, que ganó con maestría contra AJ Auxerre. Mientras los Lyons demostraron un fuerte agarre en el juego, los Mancunianos sufrieron una derrota humillante en Newcastle, ganando una puntuación de 4 a 1. Este contra-performance llevó a una relegación del equipo de Ruben Amorim a 14o lugar en la clasificación de la Premier League, poniendo en riesgo su futuro europeo y obligándolos a centrar sus esfuerzos en la Europa League para esperar mantener un lugar en la escena europea el próximo año.
Más allá de este resultado amargamente sentido, la situación empeoró para Manchester United con el anuncio de la indisponibilidad de Joshua Zirkzee. El huelguista holandés, evidentemente afectado por la incomodidad muscular durante el juego, se vio obligado a abandonar su lugar a Rasmus Hojlund en el minuto 55. La preocupación está ahora rondando su lesión, como señaló el gerente portugués durante la conferencia de prensa, sugiriendo una ausencia prolongada para el jugador.
Esta pérdida de Joshua Zirkzee representa un duro golpe para el equipo en el país, especialmente después de la importante contribución que había hecho, sobre todo anotando el segundo objetivo en el reciente partido en Decines. La falta de disponibilidad de este elemento clave complica la situación en Manchester United, frente a la necesidad de superar tanto las dificultades deportivas como los retos de la gestión de los daños, a fin de esperar reparar la situación y preservar sus ambiciones europeas.