Después de un regreso notado después de un período de lesión, Matías Fernández-Pardo fue confrontado con un examen cuidadoso, tanto de los críticos como de su entrenador, Bruno Genesio, que constantemente le pide más participación. Esta situación encontró una ilustración concreta durante la preciosa victoria del LOSC contra Toulouse FC, donde el alambrador marcó un gol espectacular, un verdadero flash que dejó al portero opuesto, Guillaume Restes, impotente. Este logro siguió un curso de contraste, incluyendo una actuación heroica durante el derby contra RC Lens, puntuada con fracasos, y una decepción en Lyon, donde había perdido una oportunidad decisiva contra Lucas Perri, ignorando la posición ideal de Jonathan David.
El gol anotado contra Toulouse FC bien podría ser un punto de inflexión para Fernández-Pardo, un nuevo clic que le permitirá recuperar una forma óptima y destacar en la huella final de la temporada. El LOSC, debilitado por las prolongadas ausencias de Tiago Santos y Edon Zhegrova, necesita desesperadamente un jugador capaz de combinar la velocidad, el dominio técnico y la capacidad de provocar defensores opositores, cualidades que Fernández-Pardo es probable que expresen plenamente. La esperanza es que este objetivo reelabore su confianza y le permita recuperar el nivel esperado de rendimiento.
El jugador ya había demostrado, en los partidos de liga contra Bolonia y Atlético Madrid, así como en Niza en Ligue 1, que había hecho progresos significativos desde su llegada e incluso su regreso a LOSC. Todo Lille pone ahora sus esperanzas en una Matías Fernández-Pardo capaz de afirmarse como un elemento clave del equipo, trayendo su velocidad, técnica e imprevisibilidad para ayudar al club a alcanzar sus objetivos.