Olympique Lyonnais, oficialmente celebrada en Ligue 1, se convierte en su centro de formación para superar sus dificultades financieras. Esta decisión forma parte de una política de austeridad dirigida a controlar la factura salarial y los gastos relacionados con las transferencias. Esta estrategia está ilustrada por la reciente firma del primer contrato profesional de Mathys De Carvalho, un mediocampista de la escuela de fútbol y ya se unió al grupo profesional de la Europa League. Este enfoque permite al club desarrollar sus propios talentos y reducir su dependencia de transferencias costosas, al tiempo que ofrece nuevas oportunidades para los jóvenes jugadores.

Al mismo tiempo, la relación entre Olympique Lyonnais y el presidente del Grupo Águila de Fútbol, JohnTextorn, sigue siendo tensa. A pesar de su papel de presidente de la empresa matriz, no parece capaz de restaurar una relación de confianza con la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG), que desafía la viabilidad financiera del club. JohnTextorn critica abiertamente el proceso DNCG, a juzgarlo subjetivo y basado en proyecciones poco realistas que no tienen en cuenta los ingresos generados por la venta de jugadores. Se considera un obstáculo para la estabilidad financiera del club, pero sigue comprometido a promover un modelo de gobernanza más transparente y equitativo, inspirado en la Premier League.

Ante estos desafíos, JohnTextorn parece centrarse en otros proyectos, incluyendo Botafogo y la búsqueda de nuevas adquisiciones en Inglaterra. Critica a la Federación Francesa de Fútbol, que acusa de intentar controlar la Liga, y cree que su propia visión de gobierno no encaja en el modelo francés. A pesar de las persistentes dificultades, quería seguir participando en el proyecto Lyon, mientras trabajaba para una reforma más amplia del fútbol francés. Su compromiso actual parece más centrado en encontrar soluciones a corto plazo y consolidar su imperio de fútbol en el extranjero.