La tensión está aumentando en el fútbol francés tras una fuerte crítica de Frank McCourt sobre la gestión de los derechos de la televisión por el Ligue de Football Professionnel (LFP) y la continua dirección de Vincent Labrune. El clan Labrune respondió defendiendo los resultados actuales del fútbol francés, incluyendo los buenos resultados de los clubes franceses en la Champions League. Sin embargo, persisten desafíos, como las dificultades financieras de algunos clubes y desigualdades en la distribución de los derechos de televisión, donde el PSG percibe menos que equipos como Montpellier. Además, la negociación para la distribución de Ligue 1+ por Canal+ fracasó, destacando la fragilidad del mercado de derechos de TV. La polémica sobre el salario de Vincent Labrune también ha resurgido, sus partidarios insistiendo en sus contribuciones a la gobernanza de la LFP.

Al mismo tiempo, París Saint-Germain (PSG) enfrenta un importante revés para el Clásico contra Olympique de Marsella (OM). Ousmane Dembélé lesionó su muslo derecho y debería estar ausente durante varias semanas, comprometiendo su participación en el juego del 21 de septiembre en el Velodrome y potencialmente en la Champions League contra Atalanta Bergame. Esta ausencia se ve como un duro golpe para el ataque de París, especialmente en un momento crucial en la temporada. OM, reforzado por nuevos reclutas, se está preparando para acoger un PSG debilitado, ofreciendo una oportunidad para destacar en este primer Clásico de la temporada.

Por último, la repetición de la vida el viernes 1pm abordó la situación de varios jugadores OM no registrados para la Champions League y la posibilidad de nuevos comienzos durante el mercato. Las discusiones se centraron en el sistema de juego previsto por Roberto De Zerbi y los movimientos potenciales dentro del equipo. La ausencia de Dembélé representa una oportunidad para que OM aproveche a un rival debilitado, mientras que el PSG tendrá que adaptarse a esta nueva configuración para los retos futuros.