Con sólo cuatro juegos de Ligue 1 que quedan esta temporada, AS Saint-Étienne y sus rivales están en la línea para garantizar su lugar en la élite de fútbol francés. Los Verdes tienen sólo un objetivo en mente: mantener su lugar en la división. Un objetivo que todo el grupo comparte con determinación.
El nuevo entrenador Eirik Horneland ha definido claramente su once tipos para este crucial fin de temporada, con el que cuenta para lograr este objetivo. El ASSE sorprendió y sedujo durante el derby contra Olympique Lyonnais, estableciendo un juego emprendedor que les permitió ganar este partido altamente esperado.
Sin embargo, Horneland tuvo que lidiar con la lesión de Benjamin Bouchouri y decidió confiar en Florian Tardieu y Aïmen Moueffek, dos jugadores clave en el ASSE cuesta arriba en Ligue 1 la temporada pasada. Maximu Bernauer también fue destacado en este juego, demostrando sus cualidades de liderazgo y su capacidad para relanzar el juego de la defensa.
El traductor de Horneland se estableció como un elemento esencial en el grupo Stéphanois, mientras que para sorpresa general, Ibrahim Sissoko regresó al césped durante el derby. El huelguista maliense sólo había jugado 7 minutos desde su larga suspensión en el Coupe de France y ya no estaba en el equipo desde que entró en el juego contra Le Havre.
Su regreso a la banda dejó una duda sobre su lugar en los planes de Horneland para el final de la temporada, especialmente porque sus cualidades no coincidían exactamente con el proyecto de juego del táctico noruego. Sin embargo, Horneland tiene la intención de utilizar todas las armas a su disposición para lograr su objetivo final: mantener el ASSE en la Liga 1.