La perspectiva de un regreso trimestral de Ligue Europa entre Manchester United y Olympique Lyonnais está marcada por las fortunas contrastantes para ambos equipos. La ausencia de Joshua Zirkzee, herido a los ischio-legs en el último partido de la Premier League, es un retroceso significativo para el ataque al territorio de Mancunian, reduciendo considerablemente las opciones ofensivas disponibles, dejando sólo Rasmus Hojlund y Alejandro Garnacho como soluciones. Esta pérdida, junto con la ausencia de otro jugador que demostró una influencia positiva en el primer juego, sugiere un rendimiento disminuido de los Diablos Rojos contra la defensa de Lyon.
Paradójicamente, el portero camerunés Andre Onana, cuya actuación en el partido de Decines había sido criticada, regresa a las jaulas. Como resultado de este mal desempeño, fue retirado temporalmente del grupo por su entrenador para permitirle reorientar. El mandato de Onana fue confirmado por Ruben Amorim, planteando la cuestión de su capacidad para superar dudas y recuperar su nivel habitual de juego. Su regreso es crucial para la estabilidad defensiva de Manchester United.
Al final, el choque entre Manchester United y Olympique Lyonnais parece un enfrentamiento donde las ausencias clave y el rendimiento pasado pesan mucho. La ausencia de Zirkzee debilita el ataque masculino, mientras que el regreso de Onana plantea preguntas acerca de su capacidad para borrar errores pasados. Los fans de Lyon esperan ver si los Diablos Rojos tendrán éxito en superar estas dificultades y confirmar las esperanzas puestas en su equipo.