Este viernes por la noche, en el Parc des Princes, Luis Enrique, entrenador de París Saint-Germain, dio un discurso que revelaba su mentalidad centrada en el progreso constante. Mientras el club celebraba una histórica temporada de 2024-2025, marcada por la conquista de cinco grandes trofeos – Ligue 1, Coupe de France, Trophee des Champions, Super Coupe d’Europe y la primera Champions League del club – el español insistió en la necesidad de ir más allá de este éxito pasado. Destacó que estas victorias deberían servir como base, no como punto de llegada, y que la actual ambición del PSG es luchar y ganar estos prestigiosos títulos de nuevo.

En su claro y directo mensaje, Luis Enrique destacó la importancia de olvidar rápidamente los éxitos pasados para centrarse en el futuro. Dijo que la motivación actual del club es seguir la conquista de estos trofeos, una ambición que guía a todo el equipo. Desde su llegada a París, el entrenador se ha centrado constantemente en el desafío en curso y la construcción de una sólida identidad de juego, lo que ha llevado a esta primera Champions League que ha marcado un punto de inflexión en la historia del club. Su objetivo ahora es consolidar este éxito con el objetivo de repetir la hazaña, un desafío que enfrenta muy pocos clubes en el siglo XXI.

Más allá del elogio y la celebración, el discurso de Luis Enrique revela el deseo de construir una verdadera dinastía para el PSG. Es consciente de que la dificultad radica no sólo en alcanzar la cumbre, sino sobre todo en la capacidad de permanecer allí. Para los jugadores, este discurso implica que cada temporada será juzgada sobre esta ambición y que tendrán que integrar esta mentalidad de trabajo para ganar los trofeos más importantes. El objetivo es transformar esta temporada histórica en un punto de partida para una nueva era, donde el PSG deja de ser un simple desafío para convertirse en un club de referencia en Europa, capaz de imponer respeto y miedo.