La Olympique de Marsella sufrió una amarga derrota contra el AS Monaco, cayendo fuertemente en la puntuación de 3 a 4. Esta reunión, contando con el vigésimo noveno día de Ligue 1, destacó las persistentes dificultades del equipo de Phocéan, destacando una falta de fuerza defensiva y una incapacidad para responder a la intensidad del juego monegasco. A pesar de tener una bola significativa al comienzo del juego, OM fue abrumado por la eficacia de sus oponentes, confirmando un profundo malestar y poniendo en peligro las ambiciones europeas del club.
La actuación de Mason Greenwood, alineada a su posición habitual en el ala derecha, fue particularmente decepcionante. Aunque intentó algunas acciones ofensivas, su historial estadístico es alarmante: 18 pérdidas de bolas, sin tener éxito el duelo ganador y cero dribble. Este rendimiento es parte de una tendencia negativa observada desde varios encuentros, sugiriendo una pérdida de confianza y una disminución de su impacto en el juego. Los medios de comunicación, al unísono, subrayaron su falta de inversión y su incapacidad para ser decisivos, evocando un frustrante diletanto para un jugador de su calibre.
Las calificaciones dadas por la prensa reflejan la consternación general. La Provenza le concedió una puntuación severa de 1/10, mientras que Maxifoot y FootMercato fueron ligeramente más indulgentes, concediéndole una puntuación de 3/10, respectivamente. Estas evaluaciones coinciden con el hecho de que el huelguista inglés no pudo capitalizar las oportunidades que tenía, colaborando repetidamente con el guardia monegasco y sugiriendo una forma de desconexión que preocupa a los partidarios de Marsella.