La mediación entre DAZN y el Ligue de Football Professionnel (LFP) terminó sin llegar a un acuerdo, sugiriendo un período de tensión y litigio potencial. The LFP clearly demonstrates its intention to terminate the contract in effect at the conclusion of the current sports season, a decision that was upheld by a categorical refusal by DAZN. A pesar de la intervención de un órgano de conciliación, las diferencias entre las dos partes siguen siendo profundas, lo que sugiere una situación compleja y probablemente prolongada. La ambición inicial de generar ingresos sustanciales ahora parece estar comprometida, y la suscripción, considerada prohibitiva para los espectadores, ha contribuido a lo que parece ser un nuevo fracaso para el fútbol francés.

Como parte de este desglose, el LFP notificó a DAZN su reclamación por indemnización por rotura, estimada entre 110 millones de euros y 125 millones de euros. A cambio, DAZN reclama una cantidad considerablemente mayor, que asciende a 573 millones de euros, invocando una “violencia observada” y un “engaño en las mercancías”. La espinosa cuestión financiera persiste con los plazos restantes, que ascienden a un total de 140 millones de euros, lo que sugiere nuevas dificultades para el mundo de los globos redondos.

Ante esta crisis, Nicolas de Tavernost se encomendó la creación de un canal interno, potencialmente distribuido por Canal+. Esta iniciativa, que puede parecer desvinculada de las dificultades actuales, también se deriva de compromisos financieros relacionados con la presencia de CCV, accionista minoritario de los derechos de la televisión francesa, cuya presencia genera una realeza de por vida. El caso ilustra una situación compleja en la que las cuestiones financieras y las estrategias de difusión se mezclan con la fragilidad del modelo económico del fútbol francés.