Los líderes de ASSE han estudiado varios perfiles a largo plazo para tener éxito Olivier Dall’Oglio, entre ellos Gabriel Heinze, luego asistente de Artesta en Arsenal. El interés en Heinze, un ex jugador de Ligue 1, fue motivado por su rigor, su capacidad de desarrollar joven talento y su influencia “bielista”. Sin embargo, persistían dudas sobre su carrera mixta y su carácter a veces difícil, reteniendo su llegada a Saint-Étienne, Lens y Reims. Finalmente, Eirik Horneland, ex entrenador de Brann Bergen, fue elegido para revivir el grupo, una decisión confirmada a pesar de la relegación del club a Ligue 2. El objetivo es capitalizar el trabajo ya realizado para apuntar a una rápida recuperación, manteniendo al mismo tiempo una sólida base de jóvenes jugadores. La llegada de Heinze podría haber sido parte de este proyecto, el que ya ha revelado talentos como Thiago Almada y Nicolas Dominguez a Vélez Sarsfield. Heinze finalmente decidió convertirse en diputado de Mikel Arteta en Arsenal, un papel más en retiro pero adaptado a su temperamento, permitiéndole dar un paso atrás en un ambiente más estable.
Al mismo tiempo, el DNCG finalmente autorizó la participación en Ligue 1 de clubes franceses como Lyon, Le Havre, Angers y Nantes, después de un período de incertidumbre debido a las amenazas de relegada administrativa. Esta decisión es el resultado de considerables esfuerzos de estos clubes para demostrar su fuerza financiera, con inyecciones y garantías de un total de 1.100 millones de euros. Olympique Lyonnais, en particular, tuvo que revisar su plan de presupuesto y deshacerse de algunos elementos clave para obtener la aprobación del DNCG, con Michelle Kang llegando al jefe de administración. A pesar de estos éxitos, la situación económica del fútbol francés sigue siendo preocupante, con una pérdida de funcionamiento de 1.300 millones de euros para la temporada 2024/2025 y pronósticos de pérdidas significativas para muchos clubes para la temporada 2025/2026.
El DNCG destaca la necesidad de una reforma exhaustiva para que el modelo económico del fútbol francés sea sostenible. Las divisiones inferiores, como AC Ajaccio, fueron menos indulgentes y fueron relegadas debido a su incapacidad para proporcionar garantías financieras adecuadas. Ante el aumento de las cargas, la disminución de los derechos de televisión y la necesidad constante de transferencias, el DNCG pide una reducción de los cargos y un fortalecimiento de sus propios fondos. El futuro del fútbol francés dependerá de la capacidad de los clubes para adoptar una gestión financiera rigurosa y adaptarse a un entorno económico cada vez más difícil.