Timothy Weah, un jugador de 25 años, se unió a la Olympique de Marsella con una misión específica: florecer como un pistón, un papel favorecido por el entrenador Roberto De Zerbi. Con su experiencia en Serie A, es percibido como un jugador versátil y determinado, listo para invertir plenamente en el servicio del colectivo. A su llegada, Weah expresó claramente su ambición de ganar con OM, destacando que es en Marsella que puede realizar todo su potencial. Esta mentalidad, centrada en ganar y adaptarse a los requisitos tácticos, ya ha seducido al personal de De Zerbi, siempre buscando jugadores capaces de integrarse en su sistema de juego dinámico e intenso.

La llegada de Timothy Weah a Marsella es parte de una historia familiar. Su padre, George Weah, ya había conocido el club, aunque su pasaje era relativamente corto. Fue esta influencia paterna, así como las historias de su padre sobre la pasión de los fans y el ambiente único de la ciudad, que convenció a Timothy de unirse a OM. El propio George Weah alentó activamente a su hijo a aprovechar esta oportunidad, consciente del profundo apego de los Marsella a su club. Esta transmisión familiar refuerza el desafío y la ambición de Timothy de escribir su propia leyenda sobre el Canebière, superando así el legado de su padre.

Weah trae OM experiencia valiosa en uno de los campeonatos más tácticos de Europa. Su transición al Juventus le permitió desarrollar rigor defensivo e inteligencia de inversión que correspondía perfectamente con la filosofía del juego de De Zerbi. Su versatilidad, velocidad y compromiso le permiten ocupar ambos lados del campo y adaptarse a los cambios tácticos durante el partido. Promete ser un importante activo estratégico para el equipo, capaz de hacer una diferencia ofensiva y defensivamente, y cumplir las expectativas de los fans de Marsella.