Kévin Diaz, columnista deportivo, expresó una preocupación significativa por la llegada de Timothy Weah a la Olympique de Marsella. Llama al jugador “lamebdas” a pesar de su pedigrí, destacando una falta de consistencia y certeza deportiva. Díaz considera el reclutamiento de Weah como una apuesta arriesgada, comparable a la de Igor Paixão, y se pregunta sobre el valor de 15 millones de euros invertidos en esta transferencia. Él ve a Weah como un jugador móvil pero sin una posición definida, cuyo valor descansa más en su nombre que en evidencia de regularidad, y teme que se pierda en un sistema donde la paciencia es rara.

Al mismo tiempo, OM se prepara para una posible salida de Neal Maupay, a pesar de su apreciado estatus en el vestuario y la confianza del entrenador Roberto De Zerbi. Aunque el jugador expresó su deseo de quedarse, las limitaciones financieras asociadas con su alto salario (más de 2 millones de euros netos por año) podrían dificultar su mantenimiento. OM no se opondrá a una venta, en particular para aliviar su nómina de sueldos, y ha recibido ofertas concretas de Sassuolo y Trabzonspor. Maupay está evaluando actualmente los beneficios de un nuevo desafío en el extranjero frente a un tiempo de juego potencialmente reducido en Marsella.

Por último, la transferencia de Joel Ordóñez del Club Brujas a OM está actualmente bloqueada. El club belga se negó a renunciar a su joven talento, a pesar de una oferta considerada consistente. Ordóñez, frustrado por este giro, quería evolucionar hacia un club más expuesto. Brujas exigiría ahora al menos 37,5 millones de euros para liberarlo, una suma que enfría a los pretendientes, incluyendo OM. Esta semana está programada una nueva reunión entre los representantes del jugador y el club belga, pero Brujas parece decidida a no renunciar a Ordóñez sin una oferta excepcional.