Paulo Fonseca, entrenador de Olympique Lyonnais, expresa algún alivio tras el sorteo de la Europa League, considerando que el club evitó a los equipos más formidables. Confía en las posibilidades de OL, destacando la fuerza de su equipo y la oportunidad de jugar un curso potencialmente favorable en esta competición. Fonseca insiste en la ambición del club de ganar cada juego y mejorar continuamente, reconociendo la dificultad de ganar una competencia como la Europa League. Se acercó a esta competencia con el deseo de progresar y alcanzar el éxito.

La salida de Georges Mikautadze a Villarreal por 35 millones de euros, incluyendo bonos, representa una pérdida significativa para Olympique Lyonnais. Esta noticia se suma a la dificultad deportiva de la ausencia de su atacante, que estaba convencido por la perspectiva de jugar en la Champions League y de un aumento salarial. A pesar de la importante contribución financiera, esta transferencia deja que OL se enfrente a un gran reto para llenar esta brecha ofensiva, con la administración tratando activamente de reclutar nuevos huelguistas, incluso mediante préstamos.

Al mismo tiempo, OL vio una oportunidad para fortalecer su sector defensivo con la llegada de César Azpilicueta en el FC Sevilla. Después de la salida de Saël Kumbedi, el club de Lyon había apuntado a este versátil defensor, pero el jugador prefirió colaborar con el club español. Esta decisión puso fin a un interés de Lyon que tenía algo que seducir al jugador, especialmente después de su visita a la Olympique de Marsella. La llegada de Azpilicueta, que ya tiene una experiencia significativa en Ligue 1, tiene como objetivo fortalecer la fuerza defensiva del equipo.