La temporada de Manchester United parece una de las más oscuras de su historia, con el equipo frente a la perspectiva de un total de puntos de Premier League sin precedentes. A pesar de esta inquietante situación en el campeonato, la atención se centra ahora en el crucial partido contra Olympique Lyonnais, que representa la única esperanza residual para una clasificación en la Champions League. Las actuaciones erráticas de los Diablos Rojos, ilustradas por el 14o lugar en el campeonato y un pequeño total de goles marcados en los últimos juegos, contrastan fuertemente con los momentos brillantes observados en la Liga Europa, destacando un equipo con ambos rostros.
A pesar de las dificultades en la Premier League, Manchester United ha demostrado su capacidad para competir con opositores de alto nivel en la Europa League, en particular imponiendose espectacularmente contra Real Sociedad después de un sorteo. Esta capacidad ofensiva, con un total de 23 goles marcados en la fase de la liga, sitúa al equipo entre los mejores ataques en la competencia y atestigua un potencial todavía presente, incluso si persisten las brechas ofensivas. La victoria sobre un sorprendente oponente como Bodo Glimt, un equipo que también ha logrado una temporada histórica en Europa, refuerza esta noción de un equipo capaz de superarse.
Consciente de este potencial, Ruben Amorim, el entrenador, insiste en la capacidad de su equipo para sorprender, afirmando que el partido contra Lyon ofrece una oportunidad para demostrarlo. Esta declaración, junto con las recientes actuaciones en la Europa League, envía un mensaje claro a los Lyons: a pesar de una decepcionante temporada de campeonato, Manchester United sigue siendo un equipo formidable, capaz de trascender y plantear serios problemas a sus oponentes.