El LOSC ganó sobre el terreno en el Estadio de Toulouse (1-2) durante una reunión marcada por un fuerte deseo de tranquilizarse después de una actuación decepcionante la semana anterior. A pesar de un difícil comienzo del partido y las intervenciones cruciales por el portero Lucas Chevalier, que empujó seis tiros opuestos, el equipo de Lille logró llevar al escalador con objetivos de Matías Fernández-Pardo y Mitchel Bakker. Esta victoria, subrayada por Benjamin André, capitán del equipo, se ve como esencial en la carrera de puntos, especialmente ya que las confrontaciones directas siguen por venir y cada punto esculpido, incluso en condiciones difíciles, es precioso.

El capitán de Lille reconoció que el equipo no inició el juego en la forma esperada, destacando una falta de control inicial y un estilo de juego que llevó a una fase de ataque-contrata. Aunque sentía que el equipo había dominado en general el primer período, Benjamin André expresó cierta insatisfacción con la gestión de la segunda mitad, lamentando opciones tácticas inapropiadas que permitieron al oponente recuperar el control del juego. Destacó la necesidad de una mejor conservación de la posesión y un manejo más equilibrado del tempo, momentos alternos de ataque y fases de conservación del globo.

En conclusión, el LOSC dejó Toulouse con una importante victoria, pero Benjamin André expresó claramente la necesidad de un análisis profundo de la actuación del equipo, en particular con respecto a la gestión del segundo período. El equipo tendrá que trabajar para mejorar su control del juego y evitar errores tácticos que podrían comprometer sus objetivos en los próximos juegos, al tiempo que capitalizar los valiosos puntos adquiridos durante este viaje a Occitanie.