Olympique Lyonnais está pasando por un período tumultuoso, marcado por la disminución de los resultados y las controversias arbitrales. La amarga derrota contra ASSE (2-1) y el derby contra Saint-Étienne (2-1) exacerbaron las tensiones, sobre todo debido a decisiones impugnadas por el Ajudicador François Letexier.
El incidente más grave fue el encuentro con ASSE, donde Lucas Stassin fue acusado de haber cometido un grave error en Corentin Tolisso en Old Trafford, pero la decisión original fue cuestionada. La gestión del arbitraje finalmente reconoció un error, considerando que la culpa no era un “error manifiesto”, a pesar de la naturaleza delicada de la lesión sufrida por Tolisso.
The derby against Saint-Étienne was also a source of debate. El árbitro decidió inicialmente no castigar a Léo Pérot por falta de mano en la superficie, antes de confirmar finalmente la decisión después de la intervención del VAR. Esta decisión fue justificada por el hecho de que la posición del brazo de Pérot era una “consecuencia del movimiento del cuerpo del defensor” y que no había riesgo.
Estos incidentes se introdujeron en la crítica de John Textor, el propietario de OL, sobre la calidad del arbitraje en video en Ligue 1. Cree que el VAR ha penalizado su club ocho veces en dos temporadas, como confirmó el ADN.
Más allá de la controversia arbitral, OL se enfrenta a otras dificultades, incluyendo la ausencia de jugadores, las opciones tácticas infructuosas de Paulo Fonseca y los límites de la fuerza.
En paralelo, el francés internacional Moussa Dembélé ha emprendido nuevos proyectos invirtiendo en fútbol mundial. Se convirtió en el propietario de un club lituano, el FK Minija Kretinga, y también adquirió otro club en Malí, a través de su empresa Triple M.
Estos eventos complejos sugieren una semana ocupada para Olympique Lyonnais, con la necesidad de recuperar rápidamente y superar estos obstáculos para recuperar el rendimiento y la confianza.