El miércoles por la noche, París Saint-Germain ganó una brillante victoria sobre el Real Madrid en las semifinales de la Copa Mundial de Clubes, con una puntuación de 4-0. El PSG dominaba el juego desde el principio, imponiendo un intenso ritmo y control colectivo que privaba a los jugadores de Madrid de cualquier espacio. Fabián Ruiz abrió la puntuación desde el sexto minuto, seguido poco después por Ousmane Dembélé, antes de que Ruiz duplicara la apuesta. El equipo de Luis Enrique logró controlar el campo e impedir que Vinicius y sus compañeros crearan oportunidades peligrosas. El PSG siguió administrando el juego en el segundo período, con un objetivo adicional de Gonçalo Ramos al final del juego.

Thibaut Courtois reconoció la superioridad de PSG después del partido, destacando el progreso constante del equipo de París durante la temporada. Describió el PSG como “el mejor equipo del mundo”, capaz de presionar alto y crear espacios. Courtois admitió que dos errores individuales cambiaron el curso del juego, pero elogió la eficacia del PSG en la primera mitad. También destacó la perturbación de Ashraf Hakimi, que a menudo se quedó solo en medio de Madrid, contribuyendo así a varios objetivos parisinos.

A pesar de una notable mejora en su equipo durante la temporada, Courtois reconoció que esta mejora era todavía insuficiente para contrarrestar los planes del PSG. Destacó la importancia de trabajar y analizar errores con el entrenador para mejorar. Courtois concluyó diciendo que el PSG es actualmente el mejor equipo del mundo y que es necesario alcanzar este nivel para competir. El equipo parisino, llevado por un colectivo aceitado, una formidable limpieza en seco y una rara precisión técnica, se prepara para la final contra Chelsea, con un merecido estado favorito.