Lyon, sonado en Old Trafford, se prepara para lavar su vergüenza contra Saint-Étienne
Olympique Lyonnais regresó a las 4 de la mañana del viernes después de una pesadilla despierta en Manchester United, eliminó 5-4 después de las extensiones contra los Diablos Rojos. La derrota, que dejó un fuerte silencio en los vestuarios, deja huellas profundas, tanto físicas como mentales. Les Lyonnais llegan a Geoffroy-Guichard, pero decidido a lavar su vergüenza contra Saint-Étienne en un derby ardiente.
La eliminación, marcada por una sucesión de rebotes y una triple meta cobrada en siete minutos, causó un shock emocional. Moussa Niakhaté, culpable en el último objetivo, expresó su angustia: “Es difícil, es complicado. Nos perdimos algo grande, dimos todo, no renunciamos a nada, estábamos fracasando, no nos rendimos”. Malick Fofana resume el estado general de la mente: “Nunca podemos olvidar este juego”.
Paulo Fonseca, manteniendo una actitud de cortesía en público, deploró la celebración del 4-2, destacando una falta de equilibrio y experiencia emocional. Dentro del club, las críticas, aunque evitando la controversia, se hicieron de ciertas opciones tácticas. Fue Rayan Cherki quien tomó la delantera, enviando un mensaje a través de WhatsApp, instando a sus compañeros de equipo a “hacer un juego de hombres” y prepararse para un último derby para algunos.
La atmósfera en Lyon es palpable, los jugadores conscientes de la presión e importancia de este juego. Los Verdes de Eirik Horneland, que llegaron para inyectar nuevas fuerzas en el equipo, son conscientes de la oportunidad que ofrece este derby. A pesar de un empate alentador contra Brest (3-3), el equipo mostró fragilidades defensivas.
Saint-Étienne, por su parte, se moviliza para este enfrentamiento crucial. Una victoria sería más que una hazaña deportiva; representaría un electrochoque, una prueba de vida y un llamado a la unidad para el pueblo verde. Se espera que el Geoffroy-Guichard Chaudron esté listo para sacudir la reunión.
Las circunstancias añaden a la presión: Lucas Perri, el tutor, regresó a Brasil para asistir al nacimiento de su hijo, mientras que Rémy Descamps asegurará la presencia en las jaulas. A pesar del cansancio y las lesiones, OL prefirió una disminución y una simple sesión de visualización de vídeo después del largo viaje. Un líder de Lyon dijo: “No tendremos más opción que estar en él”.
Las apuestas son claras: Lyon debe responder a esta humillación. Saint-Étienne tiene la oportunidad de relanzar su temporada con una victoria que podría transformar todo. Este derby no va a ganar, gana.