El LOSC sigue de cerca el curso de sus jugadores prestados alrededor del mundo, viendo varias fortunas según clubes y competiciones. Mientras algunos, como Tiago Morais en Rio Ave, experimentaron un resurgimiento de forma con su primera victoria en varias semanas y Rafael Fernandes, titularizado en Escocia, trató de integrarse a pesar de un pronto reemplazo, otros, como Mohamed Bayo en Amberes, experimentaron momentos más crueles, poco carente de igualdad. La observación de estos préstamos permite al club Lille mantenerse informado de la evolución de sus elementos y su potencial futuro.

Varios jugadores en préstamo están operando en las divisiones inferiores francesas, donde tratan de contribuir al éxito de sus equipos. Ugo Raghouber en Dunkerque, frente a una suspensión, perdió un juego crucial, mientras que Trevis Dago fue excluido del FC Annecy. Vincent Burlet, por su parte, se afirmó como un elemento clave en Le Mans, participando activamente en la carrera para la promoción en Ligue 2. Ousmane Touré e Ichem Ferrah, aunque cerca de la posición, tienen roles distintos, el primero es indiscutible y el último se contenta con un papel de reemplazo. Aaron Malouda, por su parte, saboreó su segunda victoria con Nîmes, aunque su tiempo de juego se mantuvo limitado.

Por último, otros préstamos tienen lugar en el continente europeo y en Sudamérica, con diversas experiencias. Alan Virginius sufrió una fuerte derrota en Suiza, mientras que Andrej Ilic mantuvo su nivel de juego en Alemania, a pesar de un sorteo. Ignaico Miramon marca su regreso de la lesión con una victoria Boca Juniors. Todas estas situaciones ilustran la complejidad e incertidumbre inherentes a los préstamos de los jugadores, donde las trayectorias individuales son a menudo influenciadas por factores impredecibles.