El ASSE ganó 3-1 contra el club suizo de Étoile Carouge en un partido que destacó el potencial de sus jóvenes talentos del centro de formación. El curso de preparación en Chambon-sur-Lignon sirvió como escaparate para varios jugadores prometedores, con una rotación de equipo que alentó su integración. Los objetivos de Ben Old, Lamine Fomba y Zuriko Davitashvili confirmaron la fuerza de esta nueva generación, pero el evento principal radica en las lecciones aprendidas de esta reunión para el futuro del club.
Varios jóvenes tuvieron la oportunidad de desempeñar un papel importante. Paul Eymard, a los 17 años, logró su primer mandato con el equipo profesional, distinguiéndose por su movilidad y precisión en el corto juego. A pesar de algunas dudas, demostró una capacidad para ser defensiva. Lamine Fomba también tuvo un buen rendimiento, mientras que Djyliian N
En el segundo período, Beres Owusu confirmó su potencial después de su préstamo a QRM, mostrando solidez y aplicación en sus duelos. Maedine Makhloufi, promovido en el grupo, mostró cualidades de recuperación y serenidad defensiva. Luan Gadegbeku mostró gran actividad, mientras que Nadir El Jamali aumentó el flanco derecho. Finalmente, Jules Moutonet y Axel Dodo aprovecharon los últimos minutos para descubrir el nivel profesional, una experiencia valiosa para su desarrollo futuro. Este encuentro amistoso fue por tanto una fuente de aprendizaje y confirma el aumento del poder de la joven generación de Stéphanois.
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